Muy Buenas y Saludos Cordiales.
Que llevó a la FIFA a piases como Rusia y Qatar a escoger
como sedes mundialistas; dos países en los que los derechos al colectivo LGTBI
brillan por su ausencia y en caso del emirato propietario del PSG estaríamos hablando
además de los derechos fundamentales de los trabajadores y de las mujeres. A estas
alturas de la película creo todos sabemos que la respuesta a la pregunta sobre
los motivos para escoger las 2 últimas sedes mundialista es una y es la
corrupción en los estamentos deportivos y el vil metal sobre todo el llenarse
ellos los bolsillos. En un post anterior hace varios años me preguntaba porque la
FIFA cuando Gianni Infantino es escogido como presidente de la FIFA no se le retira
a Qatar la organización de la fase final de la copa mundial de futbol cuando
saltó el escándalo conocido como “QATARGATE” en el caso de Rusia2018 si era entendible
que no se le retirara porque materialmente al candidato que quedó por detrás del
País de los Zares no le daba tiempo a organizar una fase final del mundial en
condiciones pues tenía poco más de un año pero en el caso del emirato sí que se
podía hacer precisamente por el tiempo ya que el escándalo de la elección de
Qatar salta en el año 2017 hasta este 2022 que es cuando se tiene que disputar hay
5 años de margen para que el segundo clasificado por detrás de QATAR (creo que
era Estados Unidos) pueda organizar una fase final de la copa del mundo. La
respuesta es más que obvia y es que Infantino era el secretario general de la
UEFA (la mano derecha de Platini) cuando salta el escándalo del “QATARGATE” con
lo cual es fácilmente deducible que Gianni Infantino también estaba metido en
el ajo de este escándalo y cobró dinero de esta trama corrupta. Además
consideró que esta opacidad por parte de FIFA y sus confederaciones a la acción
de la justicia ordinaría como si de una organización criminal de carácter mafioso
se tratase y sobre todo que no se deje a futbolistas y clubes la opción de
recurrir a la justicia ordinaria ante las cacicadas de los estamentos
federativos bajo pena de sanción es cuanto menos cuestionable ya que estaríamos
ante la comisión de un presunto delito de coacción y amenazas.
La última ocurrencia de la FIFA para contentar a sus amos qataríes es la de amonestar con tarjeta amarilla a quien (jugadores o selecciones) lleve brazalete en el caso de los capitanes o mensaje en la camiseta alusivo a los derechos LGTBI. La FIFA está en su derecho de tomar las medidas que crea oportunas ante este tipo de mensajes pero debe ser consciente de que los aficionados estamos en nuestro derecho de denunciarlos en un juzgado como cómplices de un presunto delito de odio.
Muchas Gracias y Saludos Cordiales.